Varias veces imagine la vida sin ti, pero mientras pasaba ese pensamiento en ese mismo instante se diluía , aún sabiendo que la única certeza que tenemos las y los seres vivos/as es la muerte.
Estaba segura que algún día llegaría ese doloroso momento, pero mientras más lejos estuviera de mi vida, mucho mejor.
Cuando una persona querida enferma, las personas cercanas nos preparamos -en algo- para lo peor, y pasamos por diversos estados con respecto a la situación medica. Cuando comienzan las enfermedades, normalmente , nuestra idea de una pronta mejoría se presenta, sin embargo, cuando una persona mayor enferma, inmediatamente se piensa lo peor.
Vivimos poco más de cuatros años con una enfermedad maldita, como es el cáncer. Y digo vivimos, porque es algo que afecta a toda una familia, no sólo a quien la padece.
Cuando a la Manuela le detectaron cáncer, ella no supo. Alguien decidió por ella y le oculto tan importante información, cosa que no comparto. Con el tiempo, fue imposible seguir ocultandole el diagnóstico . No sé cómo reacciono, ella era de esas mujeres duras, jamás la vi llorar, jamás la vi salirse de libreto -pensándolo bien una vez sí-, siempre muy "dama", muy compuesta. Aunque debo decir, que cuando ya toda la familia sabia de la enfermedad , incluida ella, su expresión no fue jamás la misma que tenia estando sana.
Me voy a abocar al ultimo tiempo que viví con ella... cada semana mi papá y mi mamá iban a verla, yo la iba a ver pero no tanto como ellos aunque llamaba siempre para hablar o saber de ella.
Realmente le tome el peso a la situación o que el final de mi tía estaba mucho más cerca de lo que esperaba, fue cuando mi papá sin excepción iba a su casa todos los fines de semana sin falta. Esa era su forma de exteriorizar su preocupación, haciendo cosas por ella. Un día mi papá me dijo algo muy lindo sobre eso, era que él iba siempre y sobretodo a arreglarle su casa, para que los últimos días de vida de mi tía, fueran en un hogar hermoso, que ella merecía morir con dignidad para mí por lo menos ese es un gran acto de amor.
Mi papá sufría harto por mi tía, muchas veces cuando regresábamos a casa después de verla, era en un silencio inquebrantable, otras veces llorando también en silencio.Creo que existía mucho silencio en esas situaciones, porque era la forma que encontrábamos para poder analizar lo que sucedía,para poder convencernos.
Nunca había visto así a mi papá ni a mi mamá,sufrir tanto por como la luz de mi tía poco a poco se apagaba y por una futura pérdida.
Realmente le tome el peso a la situación o que el final de mi tía estaba mucho más cerca de lo que esperaba, fue cuando mi papá sin excepción iba a su casa todos los fines de semana sin falta. Esa era su forma de exteriorizar su preocupación, haciendo cosas por ella. Un día mi papá me dijo algo muy lindo sobre eso, era que él iba siempre y sobretodo a arreglarle su casa, para que los últimos días de vida de mi tía, fueran en un hogar hermoso, que ella merecía morir con dignidad para mí por lo menos ese es un gran acto de amor.
Mi papá sufría harto por mi tía, muchas veces cuando regresábamos a casa después de verla, era en un silencio inquebrantable, otras veces llorando también en silencio.Creo que existía mucho silencio en esas situaciones, porque era la forma que encontrábamos para poder analizar lo que sucedía,para poder convencernos.
Nunca había visto así a mi papá ni a mi mamá,sufrir tanto por como la luz de mi tía poco a poco se apagaba y por una futura pérdida.
Cada día que pasaba sin verla, parecía que algo nuevo se le sumaba, es así como iba cada día más, sabíamos que el final estaría cerca y quizás lo esperábamos, su salud ahora era realmente crítica.
Mi tía no estuvo para mí ultimo cumpleaños, ni para el de mi mamá... sin embargo, puedo cerrar los ojos y verla en esas fechas en mi casa, sentada frente a mí , con esa ropa que se ponía ella con esos ojos que se escondía detrás de unos grandes y fríos marcos de lentes.
Un día miércoles estando en clases mi hermana me pide que la llame, cuando lo hice y me dice que mi tía estaba agonizando, sentí un silencio que no puedo describir, no lloré ... sólo entre a clases y me calle, no sabia que pensar , decir o como reaccionar, hasta que me pare y me fui, mi compañera me pregunto si era por mí tía y desde ahí no pare de llorar. Recuerdo ese viaje a su casa, llore todo el camino en un silencio incomodo, mi amor me acompañaba, pero no podía verle, ni abrazarle ni nada, permanecí en mi misma, y sola se me caían las lagrimas, ni siquiera podía contenerlas.
Recuerdo haber entrado a su pieza y ver su cara demacrada, había perdido como 20 kg., las mejillas salidas , los ojos hundidos y la mirada perdida , en ese instante sentí realmente que se partía mi corazón,pocas veces había sentido eso, siempre en situaciones dolorosas.
Me quede con ella, hasta su último respiro , junto a sus hijos ,a mi otra tía y mi madre vimos como unos de mis primos pidió para partiera luego a su descanso eterno y no sufriera más, y así fue como, dejo simplemente de respirar.Sigo pensando que algo esperaba o a alguien , que eso la retenía en el mundo terrenal. En total , agonizo tres días.
Cuando dejo de respirar estuve sola con ella 30 minutos, y podía sentir como su cuerpo aún caliente se iba enfriando y poniendo de un color amarillento.
Lo difícil de dejar partir a alguien que amamos, es cambiar la rutina, hacer las cosas que normalmente hacías sin que esa persona este .
Hoy , a más de tres meses de su partida, siento que la Mañunga descansa, que ya no sufre ni se queja de esos dolorosos síntomas, y eso me deja tranquila. Pero por otra parte, jamás pensé que podía sufrir tanto, pero casi no hay día que no piense en ella. Hay veces que cuando la recuerdo me paso horas escuchando canciones que me hacen recordarla y la lloro, eso aún no lo puedo evitar.
Afortunadamente puedo cerrar los ojos y recordarla sana, porque mi tía se fue mucho antes de morir, ella no era la misma mujer con quién compartí gran parte de mi vida, simplemente era el cuerpo que ella habitó.
Mi vida sin ti Manuela, no es la misma, aún me acostumbro a tu ausencia. Pero me he dado cuenta que soy una mujer muy amada, hay una persona exclusiva que me ama y otras tanto que están siempre acompañándome, incluso cuando te fuiste. No hay día que no te recuerde y aunque te lloro a veces, eso no significa que quiero que regreses, porque sé que siempre estarás de alguna u otra forma en mí vida.
Sé que no estas de acuerdo, a que te extrañé tanto e incluso te llore(incluso escribiendo esto lo hago), pero siempre supiste que fuimos distintas.
Recuerdo todos tus consejos tan progresistas que me dabas, como el de probar mucho antes de establecerme , casarme o incluso tener hijos/as. Y sí tía, disfruto mucho la vida, tal cual me decías, amo a concho y vivo siempre aspirando a nuevos proyectos, sé que estabas orgullosa de mí , siempre me lo hiciste saber.
Mañunga ...
Mi vida sin ti , es distinta, porque me gustaría contarte en qué esta mi vida.
Mi vida sin ti Manuela , ya no es la misma.
Mi vida sin ti , se ha convertido en el amor de tu recuerdo, gracias por permitirme ser parte de esa parte de tu vida.
En memoria de Manuela Flores Chaparro ... Mi amada Tía.
(Veo esta foto y me saca una sonrisa).
(En el Bautizo de Lucas con mi papá).
(En el Bautizo de Lucas tan seria como siempre).
( Foto extraída del muro de una prima en sus últimos carretes me gusta mucho , porque sale sonriendo).
